Estorninos pintos, adulto y dos jóvenes, en un parque de París.
En el norte de Madrid, en la Sierra de Guadarrama, Braojos ha sido mi mejor territorio de campeo. En una extensión de casi dos mil quinientas hectáreas se alternan praderías, fresnedas, tomillares, melojares, piornales y amplios pinares de montaña. Entre 2004 y 2008 centré mis esfuerzos en tratar de definir la distribución de las aves reproductoras dentro del término municipal, y el resultado, incompleto, muy personal y que he seguido actualizando, es lo que aquí expongo.
Estornino pinto (Sturnus vulgaris)
En Madrid los estorninos pintos sólo aparecen para pasar el invierno. En Colmenar Viejo, por ejemplo, en el entorno de los 800 y 900 m de altitud, son habituales. Por debajo de los 800 m de altitud pueden ser localmente abundantes. En la sierra son raros y en Braojos sólo tengo tres observaciones muy recientes: 2 ejemplares en un bando de estorninos negros el 28 de noviembre de 2017 y el 18 y el 26 de enero de 2019, también 2 individuos en cada caso, el primer día solitarios y el segundo junto a estorninos negros. En las tres ocasiones en prados por debajo del pueblo.
Hasta esas fechas más de una vez los busqué sin éxito, revisando los bandos de tordos en sus zonas habituales de alimentación. Hay que tener en cuenta que los estorninos negros en invierno pueden tener un plumaje muy moteado y a distancia pueden generar dudas a la hora de la identificación. A esto hay que sumar su desconfianza, con lo cual acercarse a una distancia adecuada para una buena observación es complicado. Por ese motivo algunos de esos días empleaba el telescopio.
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