También social, fuera del periodo reproductor forman bandos a veces muy numerosos, que persisten hasta el principio de la primavera, incluso en abril, a veces juntándose con otras especies. En verano se agrupan de nuevo. Pueden anidar próximos.
En el norte de Madrid, en la Sierra de Guadarrama, Braojos ha sido mi mejor territorio de campeo. En una extensión de casi dos mil quinientas hectáreas se alternan praderías, fresnedas, tomillares, melojares, piornales y amplios pinares de montaña. Entre 2004 y 2008 centré mis esfuerzos en tratar de definir la distribución de las aves reproductoras dentro del término municipal, y el resultado, incompleto, muy personal y que he seguido actualizando, es lo que aquí expongo.
Gorrión chillón (Petronia petronia)
La tercera especie de gorrion de Braojos. Con un plumaje en el que nada llama la atención. Hembras y machos similares, con una alternancia de bandas claras y oscuras en la cabeza, unas pintas blancas en la cola visibles en vuelo y una curiosa mancha amarilla en la garganta.
También social, fuera del periodo reproductor forman bandos a veces muy numerosos, que persisten hasta el principio de la primavera, incluso en abril, a veces juntándose con otras especies. En verano se agrupan de nuevo. Pueden anidar próximos.
Habitual de zonas áridas, desarboladas, pedregosas, aunque no abundante, de hecho puede pasar desapercibido. Presente en zonas de prados y en el mismo pueblo. No rehusa zonas adehesadas o de bosque aclarado. No se observa por encima de los 1.350 m de altitud.
Anidan en huecos entre rocas, paredes de piedra, agujeros en cobertizos y ruinas, agujeros en postes, también ocupa nidos de abejarucos. Del 17 de junio de 1999 tengo un dato de un nido en el interior de un pequeño majano, en el cual la gorriona incubaba 5 huevos. Se trataba de un nido construido, aunque no sé si utilizado con éxito, por una collalba gris un mes antes (vista el 12 de mayo). A unos 15 metros otro gorrión acudía con cebo a otro pequeño montón de piedras.
Creo que, al contrario que el gorrión molinero, ha experimentado un
aumento de su población. Me pregunto si, por una posible competencia por los lugares de anidamiento, su crecimiento ha podido influir en la
desaparición de las collalbas.
También social, fuera del periodo reproductor forman bandos a veces muy numerosos, que persisten hasta el principio de la primavera, incluso en abril, a veces juntándose con otras especies. En verano se agrupan de nuevo. Pueden anidar próximos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario