Braojos. 4 de agosto de 2008. |
España, Francia e Italia concentran el 90% de la población europea, en expansión desde la década de los 30 del siglo pasado, y la mitad de la cual se encuentra en la península ibérica. En esta parte de Europa reemplaza al zarcero icterino, que se extiende por la parte más centro-oriental, y que tiene un aspecto casi idéntico. Son consideradas especies hermanas, separadas muy recientemente en su historia evolutiva.
Aunque, al parecer, no es una especie propia de zonas montañosas, en Braojos es un pajarillo aparentemente abundante. Tiene preferencia por las zonas arbustivas, tanto desarboladas como con árboles dispersos o claros y bordes de bosques, que son tan comunes por aquí, incluyendo los melojares de la Dehesa y el Ejido. Habitual de los setos en lindes y caminos. Muchas veces ligado a la vegetación de los cursos de agua. No se adentra en el pinar para criar.
En el celo se ven persecuciones con un vuelo flojo, como deslizante, que también ejecutan en vuelos de exhibición, y sobre todo cantan incansables desde posaderos destacados.
Muchas veces me ha parecido que los zarceros y los alcaudones comunes tienen su particular relación de vecindad, si observas uno no es raro ver al otro cerca. Creo que los zarceros vigilan con descaro a los segundos, a diferencia del resto de pajarillos que componen el vecindario, que tal vez desconfien de los alcaudones de forma más discreta.
Braojos, 27 de mayo de 2016. Puede ser confundido con un mosquitero. |
Se trata de un migrador transahariano. Ocupa las áreas de cría ibéricas entre mayo y agosto. En Braojos, en efecto, los veo desde primeros de mayo a finales de agosto, y sólo cuento con dos citas en abril, 25 de abril de 2015 y 28 de abril de 2018, y otras dos en septiembre, la más tardía del 20 de septiembre de 1993.
Se alimenta a base de insectos y otros pequeños invertebrados. En verano consume frutos y bayas.
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