Zorzal real (Turdus pilaris)

Sólo ligeramente menor que el zorzal charlo, presenta un plumaje más llamativo que este. Sin embargo no es fácil disfrutar con su observación, pues es una especie tímida cuyos bandos volarán en cuanto empecemos a aproximarnos. En este comportamiento, algo puede tener que ver la persecución a la que los someten los cazadores.

Colmenar Viejo. 3 de febrero de 2023

En España sólo se observa como invernante, frecuentando zonas de montaña (al parecer hay datos que apuntan a su posible reproducción esporádica en los Pirineos, y hay que tener en cuenta que Francia e Italia fueron colonizados en el siglo pasado, pues ha ido expandiendo su área de cría). No son raros en Braojos, aunque algo impredecibles por su carácter de migrador irruptivo, cuya llegada, a la busqueda de zonas con abundancia de alimento, varía en función de la dureza de los inviernos en el centro y norte de Europa.

Siendo escaso en Braojos sus bandos a veces pueden ser grandes, superando el centenar de individuos, y parecen preferir zonas arbustivas donde consumen frutos. Recuerdo haberlos visto, en un día verdaderamente frío de pleno invierno, casi ártico, entre la niebla, tras la ventisca, y con el terreno completamente cubierto de nieve. Comían escaramujos y por todas partes encontrabas sus grandes excrementos rojos con las semillas de los frutos consumidos. 

Braojos. 25 de febrero de 2022
Al caer la tarde acuden al pinar a dormir y en zonas a mayor altitud, por encima del límite del arbolado, también parecen formar dormideros entre los piornos y enebros rastreros.

La cita más temprana es la única de octubre que tengo, el 30-10-94. De noviembre no tengo observaciones en Braojos, pero sí varias en zonas de cumbre de la sierra en municipios próximos de Madrid y Segovia. El resto de citas son de diciembre a marzo (29 de marzo de 1999 la más tardía). Siempre por encima de los 1200 m, y la mayoría de las veces por encima de los 1500.


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