En el norte de Madrid, en la Sierra de Guadarrama, Braojos ha sido mi mejor territorio de campeo. En una extensión de casi dos mil quinientas hectáreas se alternan praderías, fresnedas, tomillares, melojares, piornales y amplios pinares de montaña. Entre 2004 y 2008 centré mis esfuerzos en tratar de definir la distribución de las aves reproductoras dentro del término municipal, y el resultado, incompleto, muy personal y que he seguido actualizando, es lo que aquí expongo.
Es la mayor de las currucas que veremos por aquí. A pesar de su mayor talla, no deja de ser difícil de ver cuando se mueve entre los espinos y rosales, aunque lo haga de forma más pausada que las currucas pequeñas. Tampoco facilita su observación el que sus territorios sean de mayor extensión, por lo que aparece con una menor densidad. Como prueba, recuerdo que hasta la década de los 90 del siglo pasado no las vi por primera vez, y recuerdo bien como fue, en la Dehesa, en plena primavera tardía de junio, una preciosa pareja de currucas.
Las jóvenes tienen el iris oscuro. 10 de agosto de 2014, Madrid.
En Braojos es relativamente común. Aunque es una especie forestal ligada a vegetación mediterránea, con preferencia por arbolado aclarado o bordes de bosque, aquí acepta bien los melojares de la Dehesa y las zonas arbustivas, incluso sin arbolado (en los tercios), y creo que es posible que haya experimentado un aumento de su población y de su área de distribución (en España sufrió un marcado declive entre 1970 y 1990). No están presentes en el pinar serrano.
El círculo de color verde representa una actualización del área de distribución (2023).
La máxima altitud que tengo registrada es de 1470 m, en una zona de orla arbustiva, en época de cría (13-6-18). Las citas sobre los 1400 m se repiten en los últimos años y podría deberse a una reciente expansión de sus zonas de cría a nivel local, lo que concuerda con el reciente registro de la especie como reproductora en el extremo norte de la comunidad.
5 de junio de 2020. Braojos.
Al parecer, en el sur de Francia se ha observado que con frecuencia anida cerca de los nidos de alcaudón común, con los que comparte preferencias de hábitat también en Braojos.
5 de junio de 2020. Braojos.
Su alimentación es similar a otras currucas, basada en invertebrados en periodo reproductor y dominando los frutos el resto del año.
Es una migrante transahariana, que llegan a Braojos hacia mediados de abril (14 de abril del 1999 es la cita más temprana) y para septiembre dejan de verse (del 30 de agosto de 2003 es la última cita).
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