Curruca rabilarga (Curruca undata)

Colmenar Viejo. 12 de enero de 2010.
Tal vez mi curruca preferida. Puede parecer poco vistosa, pero sólo hasta que un macho se deja ver a corta distancia, entonces no te deja indiferente, ni su aspecto, ni su fuerte personalidad.

Se trata de otra curruca mediterránea. Ampliamente distribuida por España, donde se encuentra la mayor parte de su población mundial.

En Braojos aparece en paisajes arbustivos similares a los preferidos por las currucas tomilleras, como orlas espinosas, piornal o cantuesares con retamas.
Braojos. 25 de mayo de 2021.
Igual que la curruca tomillera, no es abundante y tampoco es fácil de ver, ni de disfrutar con ellas de observaciones tranquilas, pero es mucho más fácil de identificar. Sus vuelos de exhibición alcanzan mayor altura y tienen una mayor duración. Pueden ser muy atrevidas si nos adentramos en su territorio, mostrandonos con claridad que no somos bienvenidos.

Ha experimentado un fuerte declive de su población ibérica, con lo que ha entrado en la categoría de “En Peligro” del Libro Rojo de las Aves de España recientemente actualizado (2021), es decir, se la considera una especie amenazada y debería ser objeto de medidas activas de protección. Se estima que ha perdido más de la mitad de su población desde finales del siglo pasado. En Braojos, la última repoblación con pinos del M.U.P. nº 171, denominado La Porrilla y Ladera de la Vega, seguramente tendrá un efecto negativo en su número.
Los círculos grises del mapa pueden estar indicando una contracción del área de distribución de esta especie desde el siglo pasado

No se considera migradora, pero sí dispersiva, con desplazamientos hacia el sur, llegando incluso al norte de África, de un número variable de individuos. En Madrid se considera fundamentalmente sedentaria pero, además de la dispersión juvenil, seguramente realiza movimientos trashumantes. Aun así, no abandonan las zonas de montaña en invierno, de forma que si este es severo pueden sufrir una gran mortalidad, resultando muy mermadas sus poblaciones. En Braojos la he visto durante todo el año, y tan pronto como a finales de enero y en febrero puede mostrar comportamiento de celo.


Se alimenta casi por completo a base de pequeños invertebrados, pero consume frutos en otoño e invierno.

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