Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)


Los machos, cuando llegan en primavera, blancos y negros, son especialmente llamativos e inconfundibles, en verano, antes de volver a Africa mudarán las plumas y no se distinguirán de las hembras. Poco menor que un gorrión, algo que caracteriza a este pájaro es su comportamiento, mientras vigila en la rama desde la que cazará en vuelo algún pequeño insecto, mueve las alas con unas rápidas sacudidas.



Migrador transahariano, llegan en la segunda mitad de abril y empiezan el viaje de vuelta en agosto. A partir de mediados de este mes se nota claramente el inicio de su paso migratorio, pues en ese momento se vuelve abundante y fácil de detectar, y más aún lo será a lo largo de septiembre.

Insectívoro, en verano y otoño puede consumir algunos frutos durante su viaje a las zonas de invernada, incluyendo moras, que puede alcanzar sin posarse, sosteniéndose en vuelo con sus aleteos, como he podido ver alguna vez.
En España es propio de zonas forestales y montañosas, entre los 1000 y 1500 m de altitud, llegando a los 1900, y con preferencia por los caducifolios, sin embargo en Braojos, debido a la poca madurez de los melojos de la dehesa y de otras zonas, donde se encuentra sobre todo es en el pinar, llegando a criar, desde siempre, según mis primeras observaciones, entorno a los 1600 m. 
 
Escaso, su presencia era muy localizada anteriormente, reducida a 3 cuadrículas antes de este siglo y sigue siendo poco abundante. Aun así, experimenta una ligera mejoría y expansión paulatina, en parte muy reciente, conforme los pinos y los robles envejecen, aumentan los agujeros que necesitan para anidar y también, seguramente, la productividad del ecosistema. Algunos años, al principio de la temporada de cría, me encontraba con machos defendiendo agujeros en nuevas localizaciones, pero cuando volvía a visitarlos no aparecían. En años siguientes, en algunos de esos lugares volvía a encontrármelos en momentos de la primavera que hacían pensar que se había producido finalmente la colonización de la zona. 
 
Pienso que antes de la repoblación de pinos de la sierra es muy posible que estuviera extinguido en la zona. Es probable que reaparecieran con el pinar algo crecido y gracias a la colocación de las cajas nido que aún siguen ocupando.


Anida sobre todo en agujeros en árboles y se sugiere que este comportamiento es una adaptación reciente de este género, Ficedula, que podría haber evolucionado como una defensa frente al parasitismo de puesta de los cucos. Defienden un territorio muy pequeño alrededor del nido, apenas de unos 20 metros de radio, pero pueden hacerlo intensamente, y algunos machos ocupan otro territorio secundario con otra hembra, a veces incluso un tercero, preocupándose de que la primera hembra no llegue a enterarse. Aunque la monogamia está muy extendida entre las aves, las relaciones fuera de la pareja y la práctica de un cierto porcentaje de poligamia no son raras, sin ir más lejos ahí tenemos también a los gorriones comunes.

A veces anidan en agujeros en paredes o construcciones. El hecho de que ocupen fácilmente las cajas nido ha permitido que se realicen un gran número de estudios de su biología, con resultados muy interesantes, y también mejorar sus poblaciones en bosques sin condiciones adecuadas para encontrar agujeros donde criar, sin embargo estas facilitan la depredación, por comadrejas o picos picapinos, y si no se refuerzan o se adaptan las cajas contra la depredación, su colocación puede tener efectos negativos para estas aves.

Para saber más: http://www.vertebradosibericos.org/aves/fichyp.html


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