Roquero rojo (Monticola saxatilis)

30 de mayo de 2013. Colmenar Viejo.
Coincidiendo con el final del siglo XX, los siete u ocho lugares donde los podía observar hasta esos años prácticamente dejaron de contar con su presencia. En efecto, no era un pájaro abundante, seguramente sólo 7-8 parejas como mucho, y eso en los mejores momentos del corto periodo en el que tengo registros habituales de la especie, entre 1985 y 1999.

A partir de ahí sólo tres citas: el 21 de mayo de 2002 es la última vez que veo un macho en una de sus zonas habituales de cría y en época adecuada. Luego, el 4 de agosto de 2013, tras un vacío de 10 años, se puede decir que de casualidad, veo un joven en otro antiguo territorio, sin embargo creo que podría ser un ave durante su dispersión. Aun así no pierdo la esperanza de que vuelvan y el 16 de julio de 2015 observo un macho en hábitat adecuado. Visito la zona en agosto y me parece verlos, pero me esquivan. Sin embargo al año siguiente las nuevas visitas en época de cría se saldan con resultado negativo. Habrá que seguir esperando una posible recuperación de sus poblaciones. Por suerte, tras una buena caminata y cruzando los límites del término todavía es posible verlo en plena primavera serrana.
Del tamaño de un tordo, el roquero es un precioso pájaro de montaña, aunque en Braojos no había que realizar ninguna ascensión para encontrarse con ellos, ya que, entre otros lugares, criaban a lo largo del arroyo de la Ciguiñuela. Lo que necesitaban eran zonas rocosas, con peñas, roquedos rodeados de pasto con mayor o menor cobertura de arbustos. La menor altitud a la que los pude observar criando fue de unos 1150 m. En la mayoría de los casos compartía territorio con las collalbas, ahora tan escasas, casi desaparecidas.

Su llegada era tardía, los primeros podían verse en la segunda quincena de abril, aunque sólo tengo 2 citas de ese mes, y la más temprana del día 18. Su periodo de cría se prolongaba hasta avanzado agosto (observaciones de machos cuidando de pollos volanderos el 20-8-1985 y el 7-8-1988). Mayo era el momento de ir a observar los vuelos de canto de los machos. Cuando estaban a la vista era una ocasión que había que disfrutar. Curiosamente, ver a las hembras era todo un acontecimiento, pues son especialmente tímidas y su plumaje discreto no ayuda a localizarlas. En septiembre se producían las últimas observaciones, que tal vez podían corresponder con aves de otros lugares durante su viaje migratorio.

En la actualidad, en nuestro país se aprecia un declive de algunas aves de montaña, como en el caso del roquero rojo y la alondra común. Precisamente ambas especies han corrido idéntica suerte en Braojos (aún presentes en terrenos linderos, las alondras he dejado de verlas después de 2010). Según el último Libro Rojo de las Aves de España debería ser considerada como especie "Casi Amenazada".

En los 60 del siglo pasado llegó a desaparecer de Alemania y buena parte de Austria. Italia y Grecia cuentan con las mejores poblaciones europeas (BirdLife International. 2015. European Red List of Birds.), pues se trata de una especie ligada al ámbito mediterráneo. Su área de distribución en época de cría llega hasta China. Luego migran al África subsahariana, con lo que las aves chinas tienen que viajar bastantes más kilómetros.

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